Se trata de un profesional cuyos servicios son cada vez más demandados, debido a que son los encargados de llevar toda la gestión en relación a los asuntos legales, económicos y técnicos dentro de una propiedad horizontal.
En el momento en el que se forma parte de una propiedad horizontal, hay que tener en cuenta que esta, como tal, se refiere al régimen por el cual se rige un bien inmueble en su totalidad, pero que, a su vez, está dividido en varios bienes privados, con sus respectivos propietarios, a la par que todos ellos, cuentan con bienes comunes dentro de un edificio. Es decir, la propiedad horizontal puede ser una zona residencial o un bloque de pisos, por poner varios ejemplos. Teniendo en cuenta que un gran número de personas viven en estas estructuras, para poder llevar una regulación adecuada y un control de todos los asuntos que hay que tocar en este sentido, es importante contar con profesionales que conozcan a la perfección cómo es la legislación vigente en estos casos y qué tipo de gestiones hay que llevar a cabo.
Precisamente aquí es donde entra en juego un administrador de fincas, puesto que se trata de la persona encargada de realizar todas estas gestiones en cuanto a todo lo que concierne a los asuntos técnicos, legales y económicos que forman parte de una propiedad horizontal, para llevar un mantenimiento adecuado dentro de la misma. Los servicios administrador de fincas son muy variados, si bien es cierto, hoy en día se ha vuelto una figura imprescindible en este tipo de inmuebles, de ahí que la gran mayoría de comunidades de vecinos cuenten con uno o varios de ellos.
¿Qué hacen estos profesionales?
Todas las tareas que llevan a cabo los administradores de fincas en Valencia y en el resto de localidades de España están regidas por la Ley 49/1960 que trata sobre la propiedad horizontal, concretamente, todo lo que concierne a estos profesionales, se recoge en el artículo 20 de esta normativa.
En primer lugar, los administradores tienen como función principal velar por el buen funcionamiento del inmueble, desde la estructura en general, hasta los servicios y las instalaciones que tiene. En base a ello, se encargan de realizar advertencias en el caso de que sea necesario o hablar con los titulares para que el funcionamiento y el mantenimiento sea el adecuado.
De igual modo, otra de las funciones que se recogen en la administración de fincas en Valencia es preparar, con antelación, cuáles son los gastos a los que deberá hacer frente la comunidad y por supuesto, llevarlos a Junta de propietarios. Asimismo, deben proponer soluciones y poner sobre la mesa todas las herramientas y los medios para que, en el caso en el que llegue el momento, se pueda hacer frente a dichos gastos de la mejor forma posible.
Por otro lado, velan por el buen estado de conservación del inmueble, teniendo en cuenta todas las reparaciones que sean necesarias e incluyendo las medidas que se consideren urgentes para el buen funcionamiento de la propiedad.
También se encargan de realizar los acuerdos en el caso de que se necesite comenzar una obra, así como serán los que ejecuten los pagos oportunos y llevar a cabo los cobros.
Finalmente, la figura del administrador se convertirá en secretario siempre que haya una Junta, guardando toda la documentación relacionada con la comunidad, así como llevará a cabo otras cuestiones que designe la propia Junta de propietarios.
Representación inmobiliaria
Además de todas las funciones mencionadas anteriormente y todas las que pueda añadir la propia Junta, hay que decir que estos profesionales también se encargan de la gestión inmobiliaria. Esto significa que, en el caso de que fuera necesario, los administradores de fincas deben realizar las peritaciones de carácter inmobiliario, así como las judiciales. También son los encargados de gestionar todo tipo de alquileres, traspasos o redactar los contratos de arrendamiento, entre otras cosas.
Un profesional colegiado
Como es evidente, este tipo de profesionales van a ser una de las figuras más importantes dentro de una comunidad de propietarios, figura en la que todos los vecinos depositan su confianza para que lleve a cabo todos los asuntos relacionados con la propiedad. Aunque en la actualidad, son muchos los profesionales que llevan a cabo estas tareas, los expertos recomiendan que siempre que se pueda, se contrate los servicios de un administrador de fincas colegiado Valencia Es decir, un profesional que se haya inscrito como tal en el Colegio que le corresponda, lo que supone una mejor garantía y seguridad a la hora de que gestione todos los asuntos ya mencionados. Además, el hecho de contar con un administrador colegiado se traduce en que, el Colegio, se encargará de que el mismo realice sus tareas de la mejor forma posible, cumpliendo con la normativa vigente en todos los sentidos.
En el caso de tener un profesional colegiado, la propiedad se asegura que contará con la formación suficiente para realizar su labor, también tendrá mejores garantías económicas, elaborará informes de manera periódica y por supuesto, se contará con el respaldo de un órgano legal.
Comments are closed.