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Con la ayuda necesaria se puede salir de cualquier adicción

Debemos ser conscientes que existen muchos casos en los que necesitamos ayuda profesional para salir de ciertos problemas. El tratamiento de adicciones y la desintoxicación es una de esas cosas de las que solo conseguiremos salir con éxito con un método y caminando unos pasos junto a esos especialistas que han tratado con éxito a miles de personas. Dejarse ayudar es el primer paso, pero escoger la mejor ayuda es quizás, el paso más importante.

Un modelo adaptado

No todos los modelos sirven para todo el mundo, por lo que ahí es donde debemos replantearnos escoger un centro profesional que pueda elaborar un plan específico para nosotros como el que se encuentra aquí. Evidentemente en todos ellos habrá ciertas pautas que se repetirán, pero todos ellos conseguirán, sumado a la fuerza de voluntad que el paciente consiga superar sus adicciones y drogodependencias.

Adicciones químicas y conductuales

Dentro del mundo de las adicciones, existen estos dos grandes grupos donde podemos ubicar a cada una de ellas. Aunque las dos tienen algo muy común: el sujeto adicto  cualquiera de los dos tipos está dispuesto a perderlo todo por obtener un poco más de alguna de ellas. Las adicciones químicas o comúnmente llamadas tóxicas, consisten en el consumo de algún tipo de sustancia (marihuana, cocaína, heroína) mientras que en las conductuales no existe ninguna sustancia pero si existe una adicción a una situación perjudicial para el paciente.

En las adicciones químicas los sujetos llegan a un estado de euforia y bienestar cuando consumen todas y cada una de esas sustancias. Esto supone un premio o recompensa al mero hecho de consumir, pues el cerebro de las personas ha encontrado un beneficio en esa sensación. El conflicto más grande viene con el consumo continuado. Con la repetición del acto de consumir, nuestro cerebro se adapta a esa sensación y con la misma dosis ya no le hace el mismo efecto que la primera vez. Es normalmente en estos casos cuando la persona adicta recurre a aumentar la dosis para volver a sentir lo mismo, esto nunca ocurrirá pero se aumentará la dosis peligrosamente y de manera exponencial.

Dentro de las adicciones químicas, existen sustancias tóxicas que son completamente legales (con ciertas restricciones). Hablamos de productos como el tabaco o el alcohol. Este último es una de las sustancias más normalizadas en la sociedad y en la que más difícil de aceptar es por parte del que es adicto, pues ve como a su alrededor todo el mundo lo hace, con lo que él mismo entiende que no debe de ser tan malo. Después existen todas aquellas que sí son ilegales como el MDMA, el éxtasis, la marihuana, etc.

El estado debe perseguir su consumo pues esa adicción depende en mayor medida si el ciudadano de a pie la puede comprar. Una vez la persona se ha arruinado debido al mal gasto económico que supone ser un adicto a este tipo de sustancias, pueden suceder dos cosas; que busquen ayuda profesional, o que pidan dinero a sus familiares o amigos para seguir consumiendo. En algunos casos pueden incluso robar a esta gente tan cercana.Las adicciones conductuales se alimentan de la adicción a un comportamiento, en ellas no existe el consumo de ninguna droga pero sí que existe la misma sensación de bienestar proporcionada por el cerebro. Pues al igual que con ellas, se puede dar ese síndrome de abstinencia cuando no llevan algún tiempo sin reproducir esa conducta. Estas pueden ser desde la ludopatía,el sexo o las redes sociales hasta  actitudes que jamás sentiríamos como una adicción como pueden ser el ejercicio, el trabajo o las compras. Aunque depende un poco del tipo de adicción, estas no se caracterizan normalmente por una pérdida económica evidente sino que suponen un impedimento considerable en la estabilidad emocional de las personas, llegando a ser una barrera contra el bienestar o la felicidad de quien las vive personalmente.

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