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Errores de Zoom que aún podrías estar cometiendo – y cómo elevar tus habilidades de video

Las reuniones, los discursos, las presentaciones y las conferencias virtuales son la nueva normalidad para muchos de nosotros. Así que, si así va a ser, hagamos un favor a nuestro futuro público y pulamos nuestras habilidades de comunicación virtual.

A pesar de que muchos de nosotros hemos pasado mucho tiempo en Zoom, me he dado cuenta de que hay algunos errores comunes que la gente -incluso los comunicadores experimentados- sigue cometiendo. Aquí están, junto con mis consejos y trucos favoritos para solucionarlos.

Error nº 1: No hay suficiente contacto visual con el público

La solución: Mira a la cámara, no a la pantalla

Todos hemos oído que el contacto visual es importante. ¿Pero sabes por qué? El contacto visual directo puede influir en la percepción que el público tiene de su credibilidad, su fiabilidad e incluso su capacidad de liderazgo.  Pero lo más importante es que tu audiencia se esforzará más por mantener la atención si te muestras expresivo y les miras a los ojos. En la gran batalla por la atención entre usted y el feed Insta de su audiencia, el contacto visual es un arma que podría inclinar la balanza a su favor.

La única forma de establecer contacto visual con tu audiencia virtual es mirar directamente al objetivo de tu cámara. Créeme: Esto te parecerá muy extraño al principio, porque estamos acostumbrados a mirar a nuestras pantallas durante las videollamadas para poder ver a los demás (y ver nuestro aspecto). Pero si quieres que tu audiencia permanezca atenta y comprometida, tendrás que sacrificar tu propio deseo de mirar sus caras (y la tuya propia).

Mi regla general es mantener los ojos en el objetivo el 90 por ciento del tiempo y utilizar el 10 por ciento restante para mirar a tu alrededor y asegurarte de que tu audiencia está sonriendo y siguiendo lo que estás diciendo. Para entender la diferencia -que es sutil pero significativa- mira estas dos fotos:

Mirando a mi objetivo

Mirando mi pantalla

Error nº 2: Monotonía vocal

La solución: Asegúrate de que hay variedad en tu voz 

Cuando hablamos con nuestros amigos y familiares, hay una gran variedad natural en la velocidad, el volumen, el tono y la inflexión de nuestra voz. Esa variedad es muy importante, porque añade contexto y significado a nuestras palabras, y añade interés y dramatismo.

Pero cuando estamos nerviosos o leemos de nuestras notas, a menudo perdemos esa variedad. Esto puede ser un gran problema en un entorno virtual, donde las otras señales no verbales que añaden contexto, como los gestos de las manos y las expresiones faciales, son más difíciles de ver.

Una forma de inyectar variedad vocal a tu presentación virtual -o a cualquier presentación, en realidad- es utilizar palabras y frases que te resulten cómodas. Practicar de antemano también ayuda a garantizar que tu voz mantenga su espontaneidad natural, e incluso un solo ensayo en voz alta puede hacerte sentir menos nervioso y menos dependiente de tus notas.

Error nº 3: Improvisar o leer a partir de las notas

La solución: Ensayar con antelación

Hablando de practicar… sí, tienes que seguir practicando aunque estés presentando a través de Zoom. Como comunicador, tu prioridad número uno debe ser la experiencia de tu audiencia, independientemente del entorno. Y no puedes centrarte en su experiencia si estás demasiado ocupado pensando en lo que vas a decir a continuación o en el guion.

Piénsalo así: Tu público está sacando tiempo de sus ocupados días para escucharte. Así que lo mínimo que puedes hacer para honrar su tiempo es practicar un poco por adelantado. El hecho de que puedas utilizar tu portátil o tu teléfono como teleprompter no significa que debas hacerlo.

Error nº 4: Excederse con las diapositivas

La solución: Utilizar las diapositivas de forma eficaz

Como todos sabemos, es muy fácil distraerse cuando se ve una presentación virtual. Por eso, cuando hablas de forma virtual, debes hacer todo lo posible para que tu público te mire a ti y no a sus teléfonos. Una forma de hacerlo es asegurarte de que utilizas las diapositivas de forma eficaz.

Recuerda que tú eres el protagonista: Utiliza las diapositivas sólo si realmente ayudan a tu audiencia a entender mejor lo que estás presentando. Si bien esto es cierto cuando hablas en persona, yo diría que es aún más importante sobre el vídeo. Si toda tu presentación son diapositivas y el público no puede verte la cara, se sentirá menos responsable y se irá a Instagram.

Simplifica, simplifica, simplifica: Si tu público se ve obligado a elegir entre leer una diapositiva densa o escucharte hablar, se decantará por la lectura casi siempre. Para mantener el control de tu presentación, debes limitar la cantidad de información que pones en cada una de tus diapositivas. Sí, tendrás más diapositivas, pero serán fáciles de digerir, así que no pasa nada.

Practica también los aspectos técnicos: Antes de tu discurso o presentación virtual, ensaya cómo entrar y salir del modo «pantalla compartida» para que tus diapositivas no se proyecten durante toda la presentación. Dado que el contacto visual ayuda a la audiencia a mantener la atención, es conveniente que tu cara esté en primer plano en la medida de lo posible.

Utiliza diapositivas negras: A veces tendrás varias diapositivas que quieras compartir en poco tiempo, lo que significa que volver a pasar a vídeo completo no es una opción. Sin embargo, mantener una diapositiva antigua podría distraer. En estos casos, hay un consejo profesional: añade diapositivas negras en blanco entre tus diapositivas de contenido para que puedas hacer clic en negro y hacer que la audiencia se vuelva a centrar en tu voz. Yo prefiero las diapositivas negras a las blancas, porque el negro hace que parezca que has desactivado intencionadamente la función de compartir diapositivas.

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