Recaudar fondos para un proyecto de construcción planificado puede resultar complicado. Además de necesitar lo que podría ser una suma sustancial para poner en marcha el proyecto, también enfrenta el desafío de «vender» el valor de algo que aún no existe a los posibles prestamistas.
Si el proyecto aún no ha llegado a buen término, o aún no ha comenzado, puede resultar difícil conseguir prestamistas de su lado. Sin embargo, existen varias vías flexibles y accesibles para explorar, idealmente bajo la supervisión de un corredor independiente.
Aquí le mostramos tres de las opciones más populares.
1. Préstamos para especialistas en construcción
Un préstamo de construcción especializado podría ser el punto de partida ideal para su proyecto. A veces denominado préstamo para autoconstrucción, un préstamo para construcción es una solución de financiación a corto plazo para proyectos de construcción tanto grandes como pequeños.
Una característica definitoria de los préstamos para construcción es que los fondos proporcionados se basan en los costos del proyecto de desarrollo en sí, en lugar del valor estimado de la propiedad terminada. Los fondos se liberan en etapas a lo largo del proyecto, y el prestamista monitorea de cerca las actividades del prestatario para asegurarse de que el proyecto avanza según lo planeado.
Los préstamos para la construcción suelen ser solo con intereses, lo que significa que el prestatario solo paga los intereses incurridos, y no el monto total del préstamo, mientras el proyecto aún está en marcha.
2. Préstamos garantizados
Si ya tiene una garantía a su disposición, es posible que pueda solicitar un préstamo garantizado más general. Muchos prestamistas están dispuestos a aceptar una amplia variedad de activos como garantía contra préstamos de todos los tamaños y para todos los propósitos.
Por ejemplo, es posible que el prestatario ya posea propiedades residenciales o comerciales. Para financiar un proyecto de construcción posterior, se podría pedir prestado dinero contra una o más de estas propiedades existentes.
Uno de los beneficios clave de este tipo de préstamos es la rapidez y simplicidad del proceso de solicitud. Siempre que pueda demostrar su capacidad para cubrir el costo del préstamo con activos, hay poco más de qué preocuparse: la prueba de ingresos, las verificaciones de crédito, etc. pueden ser innecesarias.
Las tasas de interés y los costos generales de los préstamos también son más bajos que con muchas alternativas.
3. Préstamos puente
Por último, pero no menos importante, si sus requisitos son estrictamente a corto plazo, un préstamo puente podría ser una buena opción. El financiamiento puente es un tipo de préstamo garantizado en el que el saldo del préstamo y todos los costos del préstamo se reembolsan después de unas pocas semanas o meses, generalmente en una suma global.
Nuevamente, la elegibilidad está determinada exclusivamente por la capacidad del solicitante de proporcionar garantías suficientes para cubrir el préstamo. No se requieren verificaciones de crédito, prueba de estado financiero, etc. Siempre que tenga una estrategia de salida viable, una fuente confiable de fondos para pagar el préstamo, acceder a un préstamo puente puede ser sorprendentemente simple.
Debido a la naturaleza a corto plazo de los préstamos puente, las tasas de interés y los costos de los préstamos se pueden mantener al mínimo sin depósito, con plazos de pago flexibles y, a menudo, sin límites sobre cuánto se puede pedir prestado. Como sugiere el nombre, los préstamos puente están diseñados para «salvar» las brechas financieras de manera conveniente y rentable.
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