Los servicios que ofrece este tipo de entidades son esenciales para traducir contenidos para cualquier empresa. Contenidos que tendrán una mayor calidad y proporcionarán resultados más óptimos, aportando seriedad y profesionalidad a los documentos traducidos.
En muchas ocasiones, para poder traducir algún contenido dentro de la documentación de una empresa, muchos son los que recurren a los traductores online, ya que se trata de una herramienta muy fácil de utilizar y está a mano de cualquiera. Si bien es cierto que estos traductores pueden sacar de algún apuro, la verdad es que no es lo más recomendable si se quiere dar un servicio de calidad. En este sentido, dentro del sector turístico hay que tener especial cuidado, puesto que la actividad que se desarrolla debe estar traducida a diferentes idiomas, debido a que el objetivo es ofrecer servicios vacacionales fuera del país de origen.
Si se tiene una empresa cuyo trabajo forma parte del sector turístico, lo más aconsejable a la hora de traducir los documentos necesarios, es contar con una agencia de traducción. Se trata de la opción más óptima puesto que, de esta manera, se asegura una traducción de calidad, profesional y atendiendo a todos los giros, formas gramaticales o incluso frases hechas que pueden darse en los diferentes idiomas.
Son traductores profesionales que sabrán trasladar a cualquier lengua, el o los documentos necesarios para que, la actividad que desarrolle la empresa, ofrezca las mejores garantías y se entienda en todo el mundo.
Algunos consejos de traducción para el sector turístico
Para que un documento o información turística cuente con la mejor traducción posible, es muy importante que se tengan en cuenta algunas pautas esenciales y, de esta forma, se garantiza una traducción de calidad y entendible en cualquier idioma.
En primer lugar, hay que prestar especial atención a los modismos. En este sentido, se debe tener en cuenta que, cuando se redacta material turístico, este cuenta con dos objetivos clave. Por un lado, informar de los servicios que se prestan, y por otro, convencer para que los contraten. En muchas ocasiones, los redactores de este tipo de material hacen uso de las frases hechas y modismos, combinándolos con un lenguaje más coloquial, para dar una sensación de cercanía al cliente.
Sin embargo, estos “trucos” pueden jugar una mala pasada a la hora de traducirlos, puesto que este tipo de frases hechas no se pueden trasladar a otro idioma de manera literal, ya que puede acarrear confusiones. En este caso, lo mejor es adaptar estos giros lingüísticos a las costumbres idiomáticas de esas personas a las que va dirigida esta información.
Para que estas traducciones sean lo más exactas posible, se debe contar con un traductor con experiencia, que domine a la perfección, tanto el idioma formal como el coloquial de otros países.
Los nombres propios
Es otra de las cosas que hay que atender cuando se llevan a cabo traducciones. En los materiales turísticos, es común ver un gran número de topónimos, antropónimos, nombres propios, nombres de instituciones o sobrenombres, entre otros. ¿Qué se hace en estos casos?
Para traducir estos documentos, primero es importante conocer las normas de la lengua establecida, tanto de carácter nacional como internacional. Por ejemplo, los traductores profesionales saben que, los nombres de los Papas o los de las figuras históricas más relevantes, deben traducirse siempre.
Por otra parte, aunque estas reglas existan, los profesionales de la traducción deben tener criterio propio a la hora de traducir un nombre propio, por este motivo, se deja libertad de cátedra a los traductores para que escojan, finalmente, si el nombre en cuestión debe ser traducido y, en el caso de que lo dejen en su formato original, tienen la posibilidad de añadir algún párrafo explicativo, para su mejor entendimiento.
Profesionalidad antes que ahorro
Finalmente, otra de las pautas que se debe tener muy en cuenta, es que es importante contar con traductores profesionales si se quieren obtener los mejores resultados. En muchas ocasiones, las empresas utilizan a sus propios empleados para realizar las traducciones, con el objetivo de ahorrar costes. Sin embargo, esto no es una buena opción, ya que muchos trabajadores tienen nociones básicas de otros idiomas y no se asegura una traducción completa y de calidad para muchos textos informativos. Los errores pueden ser múltiples, lo que al final, llegará a ser más costoso para la empresa que no podrá conseguir las metas propuestas.
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