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Primeros auxilios para niños: Cómo tratar las quemaduras, las rozaduras y las heridas

Conocer los primeros auxilios para niños puede marcar la diferencia entre preservar la vida y mejorar el proceso de recuperación. No hay nada peor que encontrarse en una situación en la que tu hijo está herido y no sabes cómo reaccionar o qué hacer para que mejore.

Las lesiones pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento. Aunque los abrazos pueden ser la respuesta, los primeros minutos después de un accidente o incidente médico pueden marcar una gran diferencia.

Los niños son curiosos por naturaleza y están llenos de aventuras. Hacerse daño y gestionar los búhos es también una parte natural de la infancia. Van a tropezar, caerse y rasparse las rodillas. Y habrá días en que no se sientan bien y les suba la temperatura.

Primeros auxilios para bebés y otros niños

Los primeros auxilios consisten en utilizar lo que sabes de manera que los adultos y los niños estén a salvo sin hacerles daño. Cuando eres la primera persona en llegar a un incidente o accidente, eres el primero en responder, y es tu responsabilidad prestar ayuda o encontrarla.

En una emergencia, especialmente cuando hay niños involucrados, es esencial mantener la calma y actuar con responsabilidad. Primeros auxilios rápidos para bebés y niños (2017) editado por la doctora Vivien J Armstrong recomienda cuatro pasos vitales para actuar durante una emergencia:

    Evaluar la situación: Averiguar cómo ha ocurrido, quién está herido, cuántos, si es seguro acercarse y si hay que pedir ayuda.

    La seguridad es importante: No te hagas daño. Retira cualquier fuente de peligro, y sólo mueve a tu hijo si es seguro para ti y para su seguridad.

    Trata primero las lesiones graves: Despeja las vías respiratorias obstruidas, especialmente cuando el niño no responde, y detén las hemorragias graves.

    Pide ayuda: Pide ayuda a tiempo y pide a los demás que despejen la zona. Ayude con los primeros auxilios y llame a una ambulancia.

Primeros auxilios para los cortes y rozaduras de los niños

Es habitual que los niños se caigan y se hagan cortes y rozaduras. Cuando juegan, caminan, corren o practican cualquier deporte, es normal que se produzcan cortes y rozaduras en casi cualquier parte del cuerpo. Los niños pequeños son propensos a las caídas, pero a menudo se levantan directamente y siguen jugando.

Una vez que hayas evaluado que su corte o rozadura no es una lesión grave, proporciona a tu hijo consuelo. Si es la primera vez que se cae, o incluso la centésima, abraza a tu hijo y hazle saber lo valiente que es mientras empiezas a limpiar su herida.

Siente a su hijo y tranquilícelo. Deja que coja su consolador si está a mano y no interfiere. Si hay otra persona con vosotros, puede sostener suavemente la mano de tu hijo mientras tú te pones a trabajar para detener cualquier posible infección.

Empieza por lavar suavemente la herida con agua y jabón. Para facilitar la aplicación de los primeros auxilios a los niños, ten un botiquín en casa y en el coche. Utiliza una gasa (no algodón) para limpiar la herida. Si la zona está sucia, limpia la herida bajo el grifo.

Asegúrate de eliminar cualquier partícula suelta, como la suciedad y los guijarros, de la herida con la esquina de la gasa o bajo el agua corriente. Esta acción puede doler un poco y hacer que la herida sangre, pero limpiará la lesión.

Si no puedes limpiarla lo suficientemente bien, lleva a tu hijo al médico de cabecera o al hospital más cercano.

Aplica presión sobre el corte para detener la hemorragia. Seca la zona con una gasa limpia. Cubre los cortes y rozaduras de los niños con un esparadrapo lo suficientemente grande como para cubrir la lesión. Las heridas leves no suelen requerir ningún tratamiento médico especializado.

Si la herida se infecta o no deja de sangrar, lleva a tu hijo al médico o al hospital más cercano. Asegúrate de que tu hijo tiene las vacunas antitetánicas al día, ya que esto le protegerá de las bacterias que se encuentran en el suelo.

Los niños juegan a ser médicos. Los juegos de rol ayudan a los niños a aprender a tratar las quemaduras infantiles y otras lesiones.

Tratar las quemaduras de los niños

Uno de los principales tipos de lesiones en los niños son las quemaduras y escaldaduras. Los niños pequeños son los que más riesgo corren debido a su curiosidad innata y su deseo de explorar. La prevención es siempre la mejor cura. Sólo se necesitan unos minutos para evaluar el riesgo y hacer cambios en el entorno para evitar una lesión.

Supervise siempre a los bebés y a los niños cerca de los objetos calientes, incluida esa taza de café. Compruebe la temperatura de baños y duchas y, si está al aire libre cerca de barbacoas o fuegos abiertos, no pierda de vista a su hijo.

Si tu hijo se quema o se escuece, lo mejor es tratar la lesión de inmediato. Evite la tentación de coger un cubito de hielo, una bolsa de hielo o agua helada, ya que puede enfriar demasiado el cuerpo. Los primeros auxilios para niños recomiendan pasar las quemaduras y escaldaduras externas bajo agua a temperatura ambiente o fría.

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