Sufrir un embarazo no deseado puede derivar en una amplia variedad de problemáticas físicas y emocionales que afecten de forma transversal la vida de la mujer. Sin embargo, la normativa española ha avalado la legalidad de la interrupción del embarazo y ha puesto todo su interés en salvaguardar la integridad de las pacientes que así lo requieren. En este sentido, ciertas clínicas se han presentado como el apoyo crucial para que las mujeres se sientan protegidas en el procedimiento, garantizando una asistencia ejemplar con la que nadie se vea forzada a seguir con el embarazo en caso de no quererlo.
Cuidar a la mujer como foco de atención
La interrupción del embarazo es un debate que sigue a pie de calle hoy en día; no obstante, las evidencias del papel positivo que juega dentro del género femenino son más que palpables. Se trata de un recurso básico para aquellas mujeres que no tienen más opción que abortar en Malaga, así como en el resto de ciudades, garantizando que el tratamiento se hace con las cautelas, pautas y medidas de seguridad pertinentes.
Muchos de los países en los que el aborto no se ha legalizado están marcados por la presencia de clínicas clandestinas en las que, sin la protección íntegra que se ofrece en el sistema médico español, ponen en riesgo la vida de la mujer. Una mafia que se nutre de la falta de legislación estatal para lucrarse de una de las decisiones más trascendentales en la vida de una persona. Por ende, nos hallamos ante un mal menor que, si bien sigue generando polémica, ha ayudado a una gran cantidad de mujeres a recobrar sus vidas.
De hecho, las cifras en Andalucía de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, también conocida como IVE, afirman que tan solo 11,28 mujeres de cada 1.000 han solicitado este tipo de asistencia; dejando en 11,12 por cada 1.000 mujeres los datos a nivel nacional. Por lo tanto, no estamos ante un procedimiento que abarrote las listas de espera, sino que se trata de un recurso para aquellas personas que lo necesitan como última opción, velando por sus intereses y, sobre todo, estado de salud.
La privacidad y la protección como filosofía de las clínicas
Puesto que, por desgracia, todavía hay quien juzga las decisiones de una mujer cuando las toma en libertad, la privacidad juega un papel esencial cuando se busca donde abortar. Ante dicho requisito crucial, ciertas clínicas han abogado por un sistema privado en el que se garantiza la discreción en todo momento, evitando potenciales problemas sociales a largo plazo.
El máximo ejemplo de ello lo encontramos en la Clínica Sáenz del Doctor Sáenz que goza de la supervisión constante de las autoridades sanitarias desde el primer momento, así como con las autorizaciones pertinentes que avalan su labor. Gracias a los centros en Andalucía de este prestigioso médico, ninguna mujer tendrá que acudir a lugares clandestinos e ilegales; sino que dispondrá de una intimidad transversal gracias a su sistema privado.
Estamos hablando de la primera clínica ginecológica 100% privada; es decir, no hay margen alguno para la carencia de privacidad en cuanto la paciente acude a alguno de sus centros para recibir la asistencia. Por lo tanto, no se aceptan casos por medio de la seguridad social, tan poco efectiva en este sentido; permitiendo que quien desee abortar en Granada o Málaga, pueda hacerlo con la más comprometida discreción en cualquiera de sus dos clínicas.De la misma manera, cabe mencionar que la Interrupción Voluntaria del Embarazo entraña uno de los momentos más delicados en la vida de toda mujer. Más allá de la privacidad, es crucial que el centro se vuelque con la paciente y detalle todos los pasos a seguir, asegurando la tranquilidad y paz mental que tanto peso jugará a corto y largo plazo. Un servicio esencial que es sinónimo de progreso en las sociedades más avanzadas y, como tal, los centros mejor cualificados son el reflejo del bienestar al que nos adherimos como población.
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