La unión de “Las Chicas del Cable” se disfruta en Netflix en su cuarta temporada de ficción para continuar acompañando a sus seguidores. Esta saga llega en una época de la historia español en 1931 donde se evidencia cambios en el género femenino, por la Segunda República.
En esta temporada Carlota Rodríguez, a quien personifica a Ana Fernández, es postulada como alcaldable de Madrid, por esta decisión se ve inmersa en amenazas y otros contextos que la llevan al límite. Al poco tiempo, es acusada e investigada por un crimen como la principal sospechosa donde es condenada.
Comienza en 1931 tras la explosión de la compañía y marca a ‘Las Chicas del Cable’ de vuelta en búsqueda de conquistar una alcaldía y descubrir un crimen.
En esta historia se unen sus leales amigas; Lidia, Marga, Ángeles y Sara para descubrir su inocencia para lo que deciden rebelarse en contra del sistema y toman la justicia por su mano.
Otro aspecto importante en la trama es que la defensa en la calle de la igualdad, derechos y libertades de la mujer es un hecho. También se esfuerzan por darle cabida al ingreso a la formación, a tener oportunidad en cargos públicos y al derecho al voto. Todos estos elementos marcan un antes y un después y son banderas por las que luchan, pero también nuevas dificultades en su trance hacia la libertad.
Previamente desde el perfil de Netflix en Instagram se había publicado un adelanto del téaseer de esta nueva temporada.
Si recordamos la temporada anterior, esta acaba con la escena que conmovió a los seguidores de La Chica del Cable; en ella Francisco Gómez que escenifica a Yon González recibe un tiro cuando quiere liberar a Eva, la hija de Lidia Aguilar que fue encarnada por la actriz Blanca Suarez. Allí quedó la incógnita ¿Muere o queda herido?
Pero, tras este episodio al herir a Francisco y encontrándose en el hospital; Carlos Cifuentes que es interpretado por Martiño Rivas López va tras la conquista de Lidia y ella se enfrentara a la disyuntiva: «Yo no quiero perderte. Casémonos».
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