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El mejor jamón siempre es ibérico

Normalmente la calidad final de un producto tiene que ver con las características de su composición, pero lo cierto es que para alcanzar los máximos estándares de nivel gastronómico, es esencial hablar del origen y de un proceso cuidado hasta alcanzar la excelencia. Es el caso del jamón Alba Romero, una empresa de tradición y trabajo, donde lo ibérico y artesanal es siempre un pilar fundamental.

El origen es lo que convierte a un producto en auténtico

En el mundo en el que nos encontramos, hoy en día nos alimentamos con productos industrializados, con los que no conocemos realmente ni el proceso ni el origen de su elaboración. Es por eso que en Jamones Alba Romero, la Denominación de Origen Jabugo es una garantía de calidad innegociable que aporta no solo un sabor inconfundible, también la naturalidad de un producto saludable.

Jamones Alba Romero solo cría cerdos ibéricos que se alimentan principalmente de las bellotas que hay en sus dehesas. A su vez, todo lo demás que entra en la cadena alimenticia de estos cerdos son los pastos, tubérculos, insectos, raíces y hongos que crecen en la naturaleza sin ningún tipo de intervención industrial. Es al final del ciclo de vida del animal cuando se inicia el periodo de montera, una etapa de casi medio año (de octubre a febrero) en la que las bellotas de encinas, quejigos y alcornoques ya maduras, se convierten en un alimento exquisito para los cerdos de Alba Romero.

Lo natural nace de lo natural

Tan importante es el proceso como los elementos que lo componen, es por eso que aunque pueda parecer algo nimio, lo que convierte a este jamón jabugo en algo natural, es el espacio donde vive toda su vida. Así, las dehesas se convierten en el ecosistema clave de un proceso de total libertad en el que los cerdos recorren al día más de 14 kilómetros entre pastos, alcornoques y encinas. No obstante, alguien podría pensar que a pesar de que esos espacios sean tan amplios, no lo serán tanto si se llenan de animales. Pero la realidad es que hablamos de “espacios con espacio”, ya que cada uno de estos animales tiene 2 hectáreas de encinas y alcornocales principalmente para poder moverse con total libertad sin que ningún compañero de su misma especie le moleste.

La naturalidad de los productos ibéricos de Alba Romero solo se puede conseguir a través de un proceso sin prácticamente ninguna intervención aparte del mantenimiento de los terrenos. Todo lleva su tiempo, incluso la caída natural de las bellotas que sirven como alimento final a unos cerdos ibéricos que llevan toda una vida en plena libertad en la dehesa.

El proceso de elaboración de un jamón 100% ibérico de bellota

Ya sabemos el proceso de desarrollo de los cerdos ibéricos, pero ¿todo ese cuidado termina en ese punto? No, algo con una tradición y respeto por la elaboración, no termina con la vida del animal. Los maestros jamoneros de Alba Romero cuidan todos los detalles para que las lonchas finales de estos ibéricos despierten todo el sabor inconfundible que solo puede surgir de años de trabajo y dedicación.

Tras su despiece y con un único ingrediente añadido como la Sal Marina, los maestros jamoneros controlan exhaustivamente el proceso de salazón, mimando cada pieza en secaderos naturales durante un largo proceso de 36 meses como mínimo. Son necesarios, al menos 3 años en estos secaderos Naturales hasta que cada jamón 100% ibérico de bellota, pueda llegar a conseguir el aroma, el sabor y las texturas más exigentes del mundo.Por suerte, el paladar de los consumidores no tiene que esperar todo ese tiempo para disfrutar del jamón ibérico de Alba Romero Jabugo. Esta empresa, que lleva más de 25 años elaborando jamones y embutidos ibéricos de la máxima calidad certificada desde el inicio del proceso ganadero hasta el envío final al consumidor, permite la posibilidad de comprar cualquiera de sus productos mediante su sitio web para tenerlos en casa en un periodo aproximado de 24/48 horas en Península.

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