Cuando una relación de pareja llega hasta el punto que ya no puede continuar y debe recurrirse a la separación matrimonial, surgen distintos problemas que hay que saber afrontar con madurez y la máxima tranquilidad posible. Es necesario hacerlo así, por muy difícil que suene, porque de eso dependerá la paz mental de los involucrados y hasta la de los hijos, cuando los hay.
Las separaciones son duras y difíciles de superar, pero necesariamente hay que afrontar todos los inconvenientes legales, sentimentales, económicos, afectivos y de todo estilo que surjan con la ruptura de ese lazo, que una vez fue fuerte, pero que ya no lo es, de manera que todo ello es necesario para poder seguir adelante.
Si hay solución, lo mejor es conversar y tratar de llegar a acuerdos que lleven a una reconciliación y a la salvación del matrimonio, pero si los problemas que originan la separación son insalvables, lo más recomendable es iniciar el proceso de divorcio, primeramente con la separación matrimonial.
La parte legal es una de las más importantes y la que se debe atender con prioridad, por cuanto gracias a ésta, se puede llegar a acuerdos satisfactorios para ambas partes, que ayuden a salir mejor de la lamentable situación de ruptura de la pareja.
La asesoría legal
Lo primero que hay que tratar de resolver son los asuntos legales, y más cuando hay hijos de por medio. Es muy importante definir los acuerdos que garanticen la manutención y el sano desarrollo de los hijos menores de edad e, incluso, de los mayores que aún dependan económicamente de sus padres.
El despacho jurídico López León Abogados, ubicado en Málaga Capital, es especialista en separaciones matrimoniales, y trabaja en función de buscar los mejores acuerdos que vayan en beneficio de las partes involucradas.
Esta firma aborda todo tipo de casos de Derecho de familia, entre ellos, los divorcios contenciosos, de mutuo acuerdo, con hijos, sin hijos, express, separaciones matrimoniales, guarda y custodia de menores, pensión alimenticia, régimen económico matrimonial, medidas paterno-filiales y demás áreas relacionadas.
Las separaciones matrimoniales se diferencian de los divorcios en que los primeros no interrumpen el lazo jurídico entre los cónyuges, es decir, ante la ley siguen siendo esposos, pero ya no conviven juntos, pero tampoco pueden vivir con otras personas, ni mucho menos casarse. Una ventaja es que en caso de reconciliación pueden regresar para unirse sin tantos papeleos ni trámites legales.
Los divorcios sí representan la extinción completa de la relación jurídica que une a ambas partes, por lo que cada cónyuge puede relacionarse sentimentalmente con otras personas y volver a contraer matrimonio.
Los aspectos que prevalecen en una separación
Aunque ambas figuras, divorcio y separación matrimonial, se diferencian en lo anteriormente explicado, sí tienen muchos puntos en común, que siempre deben resolverse con el apoyo de asistencia jurídica cualificada.
Entre los aspectos legales que identifican una separación matrimonial y que siempre deben estar presentes, resaltan:
- Cese de convivencia: ya los cónyuges no pueden vivir bajo el mismo techo y sus poderes de uno sobre el otro quedan inmediatamente revocados, a menos que haya una reconciliación y así lo notifiquen en las instancias jurisdiccionales competentes.
- Liquidación total de régimen económico: la sociedad patrimonial originada con el lazo del matrimonio queda liquidada, por lo que se debe hacer una repartición de bienes. En esta parte siempre es necesaria la participación de un abogado especialista que ayude a dilucidar el asunto.
- Las responsabilidades con los hijos: si hay hijos en la relación matrimonial, deben ajustarse ciertas medidas que garanticen su seguridad, principalmente si son menores edad.
Buscando preservar el interés superior de los hijos menores, la ley obliga a que los cónyuges establezcan de mutuo acuerdo el tipo de custodia y guarda de los niños, la pensión alimentaria, el régimen de visitas y cualquier otro asunto que incida en el bien, desarrollo y manutención de los mismos.
Si ambas partes no llegan a ningún acuerdo, el juez entonces deberá decidir y establecer las condiciones de dichos aspectos, apegado siempre a lo que establece las leyes.
Los tipos de separaciones matrimoniales
Hay tres tipos de separaciones matrimoniales en las que los abogados actúan siempre de la manera más diligente.
- Por mutuo acuerdo: es el procedimiento judicial más sencillo, por cuanto se impulsa con el consentimiento mutuo de ambas partes. Solo basta con tener más de tres meses desde la fecha del matrimonio y la presentación de un acuerdo regulador en el que se establezcan condiciones, como puede ser el uso de la vivienda, y la custodia y manutención de los hijos, principalmente de los menores. En este tipo de separación, ambos cónyuges utilizan el mismo abogado.
- Separación notarial: en este caso también debe haber consenso entre las partes, pero no deben tener hijos menores de edad. Los cónyuges se deben trasladar hasta un notario para tramitar el documento que valide la separación, para lo cual, también es requisito tener más de tres meses de casados y presentar el acuerdo regulador. La participación de un abogado para la elaboración del convenio y las gestiones ante el notario, también es muy recomendable.
- Contenciosa: Cuando no se llegan a acuerdos consensuados, se debe recurrir entonces a la intervención y mediación del juez, quien mediante sentencia determinará el caso. Para que proceda, igualmente deben haber transcurrido tres meses desde la celebración del matrimonio y la presentación de un acuerdo regulador en el que se establezcan condiciones, como régimen de visitas, repartición de bienes y demás asuntos económicos.
El procedimiento es común a la introducción de cualquier demanda, en el que las partes involucradas presenten el documento al juzgado, solicitando la separación, con el respectivo acuerdo regulador, y con sus respectivos abogados y procuradores, para que el juez revise el caso, apruebe los convenios suscritos y declare la separación.
En conclusión, si lamentablemente el matrimonio ya no da para más y ambas partes deciden que es mejor separarse, pues esa entonces debe ser la solución, de manera que independientemente de la vía elegida, debe siempre hacerse con el apoyo de abogados que ayuden para que todo salga bien, y se lleguen a los acuerdos justos y necesarios para ambas partes, y más aún cuando hay hijos pequeños de por medio.
Comments are closed.