Si todas las personas son diferentes, ¿por qué lo que usan tiene que ser igual? No debería ser así, pero la industrialización y estandarización de todo ha llevado a que se produzcan productos en serie para todo tipo de uso, sin importar las necesidades particulares de cada persona. Eso también sucede con las bicicletas, pero por suerte, eso está cambiando y hay empresas que innovan con productos artesanales hechos a medida.
La estandarización industrial ha llevado a que los productos que se fabrican se hagan exactamente igual para todos, sin importar las necesidades o requerimientos de cada persona, y eso ha llegado a todas las instancias del ser humano.
Eso se puede observar, por ejemplo, en el sector de las bicicletas, en el que los fabricantes solo se limitan a sacar productos en serie, para cubrir las necesidades de su públicol.
Afortunadamente, hay importantes emprendimientos en todas las áreas y empresas que quieren cambiar esta situación presentando productos más personalizados y adaptados a lo que cada persona necesita. Tal es el caso de las bicicletas artesanales que comienzan a resurgir tras unas décadas olvidadas. Esta nueva etapa surge por la versatilidad e ingeniosos diseños que crean los fabricantes.
Estas bicis se fabrican de forma individualizada y artesanal para cumplir con los requerimientos técnicos y estéticos que solicitan los clientes. Es una oportunidad increíble de conseguir la bicicleta soñada de manera fácil y bastante asequible, con el apoyo de meticulosos artesanos que conocen todo sobre el mundo de estos versátiles vehículos.
Las características de las bicicletas a medida
La ergonomía, el diseño de la geometría y la fisiología del ciclista, son importantes a la hora de diseñar cualquier bicicleta. Todo tiene que estar perfectamente calculado en función de la personas que la vaya a conducir, para que cumpla con el fin de proporcionarle comodidad y un mejor rendimiento.
Por tal razón, en la fabricación de bicicletas a medida, se deben tener en cuenta aspectos esenciales, como por ejemplo, estatura, peso, medidas de los brazos y piernas, e incluso el tipo de bicicleta que se va a fabricar para calcular la distribución de los pesos, todo incide en el diseño de la bicicleta perfecta para cada persona.
Las bicicletas a medida son productos hechos a mano, con acero de primera calidad, que se ejecutan con sumo cuidado y delicadeza en los detalles, para garantizar una bici perfecta y única.
Son bicicletas perfectas para cualquier tipo de ciclista, desde quienes las usan para exprimir el máximo de ellas, para salir con los amigos a hacer deporte, ir al trabajo o para quienes simplemente les gusta salir a pasear en ellas. Son muy versátiles y gracias a que se fabrican en la medida exacta para sus dueños y resultan bastante cómodas.
La personalización da un toque aún más distintivo
Fabricar una bicicleta a medida, no solo aplica a las características técnicas, sino también a la estética. Se pueden colocar los colores que se quieran en las combinaciones que se deseen. Todos los detalles le aportan un toque más elitista y exclusivo que la va a diferenciar del resto.
Las bicicletas personalizadas son muy populares por esa particularidad, la posibilidad de tener algo totalmente único, exclusivo y diferente, con una vasta variedad de opciones que solo la mente puede imaginar.
Es una muy atractiva característica que convierte las bicicletas a medida en uno de los productos más solicitados en los últimos tiempos, principalmente para quienes aman la calidad, la aventura y la sana rebeldía en contra de todo lo estandarizado e impuesto.
Cada bicicleta fabricada a mano tiene su propia alma y el ADN de su dueño, lo que la hace única e irrepetible en todos los sentidos.
¿Cómo se fabrican las bicicletas a medida?
Se puede pedir el cuadro de bicicleta de carretera, de montaña, de gravel o cualquier otra modalidad, todo estará desarrollado y fabricado a medida con los requerimientos que exija el cliente.
Al encargar el cuadro de una bici a medida se pueden potenciar algunas características, que pueden ayudar por ejemplo, para afrontar mejor las subidas, o para que sean más rígidas y más reactivas, todo se consigue con un buen diseño.
El cuadro se fabrica a mano, desde cero, de acuerdo a las medidas corporales del usuario, para que quede especialmente adaptado a sus características biométricas y biomecánicas. Al montar el mismo será como una extensión más de su cuerpo.
En cuanto a la pintura, se aplica siguiendo las indicaciones del cliente, con el apoyo y la asesoría del fabricante. No existen límites y todo lo que la mente permite imaginar se puede plasmar en una bicicleta personalizada.
Considerando que estas bicis son realizadas a mano, que son diseños únicos y tienen una alta calidad que difícilmente se harán ventas de forma masiva, los precios de estos equipos son sumamente económicos.
Por ejemplo, un cuadro a medida, con geometría personalizada fabricado con acero Dedacciai o Columbus, se puede comprar desde tan solo 800 euros.
En conclusión, vale la pena comprar una bicicleta a medida, por todas las importantes prestaciones y ventajas que brinda al usuario, por la personalización que se logra con ella, y por el hecho de que ayuda a tener un producto totalmente diferente y con mayor distinción.
Lo más importante es que cuando el dueño de la bici la conduzca se sienta como si ella fuera parte de él, que se adapte a su forma de vida y se convierta en su compañera fiel en sus paseos y tardes de entretenimiento y ejercicio.
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